Alfonso Albacete, su creador, se inspira en Vicente Medina, Grecia y Jacob para crear ‘Oratholos’.
El conjunto escultórico para la rotonda murciana desea evocar a «un oráculo, un reloj de sol y un templete griego»
Emplazamiento. Rotonda -80 metros de diámetro- en Juan de Borbón, entre la Plaza de los Cubos y la escultura Frouida (de Cristóbal Gabarrón).
Materiales. Acero inoxidable, chapa galvanizada, pigmentos naturales, hormigón blanco, piedra de desecho y césped artificial.
Un encargo del Ayuntamiento de Murcia (Concejalía de Urbanismo. Concejal: Fernando Berberena).
«Como quería que el templete tuviera que ver algo con los mitos murcianos, me acordé de Vicente Medina, que en sus Aires Murcianos se refiere a una nube que asoma por el horizonte. Una nube que está sujetada por pilares finos para que funcione como templo y, al mismo tiempo, represente el movimiento de la lluvia», explicó el artista.
En cuanto a la escalera, de color rojo y violeta, surge fruto del interés que desde hace años tiene para Albacete la figura bíblica de Jacob, que soñó con una escalinata por la que subían y bajaban los ángeles de Dios. El rojo y el violetata «son colores que vinculan con la luz y lo invisible». «Mi preocupación», precisa el artista, «era crear como una especie de hito que con el tiempo sirva para que la gente sepa cuándo entra y sale de Murcia porque ve la nube». Una nube que planeará sobre las más diversas opiniones (del público).
Coste: 214.000 euros.
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